Cierto día
mientras este imborrable colono trabajaba su tierra en un tractor, aparece un
señor que se introduce como Gerente Zonal de Ventas de Ford Motors Argentina,
su nombre era Sr. Bradford, y comienza a hablarle de la posibilidad de instalar
en Eldorado una representación de automóviles de esa marca, que hasta ese
momento dependía de la agencia instalada en Posadas.
No le interesó la idea. El estaba más inclinado en sus yerbales. Pero ante tanta insistencia, llegaron a un
acuerdo: Roberto hacía el pedido de un
camión y una Bature y lo nombraban Concesionario. Puso la condición de que siguieran siendo
representantes Otto y Rudi Deggener, que eran vendedores de la agencia Ford de
Posadas y tenían un galponcito y un taller, el único de Eldorado, en el km. 2.
Con el tiempo Roberto les compró el
galpón y el taller a los hermanos Deggener y muy pronto se dio cuenta que no
era cuestión de dirigir la Concesionaria desde el asiento de un tractor. Por unos cuantos años se dedicò a levantar
este negocio; en aquel entonces prácticamente no existían automóviles.
Compró un sitio de 5 hectáreas en el
km. 4 y para levantar el edificio, decidió construir una fábrica de ladrillos,
tejas y cerámicas, y con esto y algunos autos hacia trueque con los albañiles y
carpinteros. Y fue así como nació la agencia Ford, que aún hoy se
encuentra en el mismo lugar, convirtiéndose en el primer negocio automotriz de
Eldorado.
Con el tiempo, este grande, como lo
era Roberto Lowe, pudo decir que convirtió la tracción animal en tracción
automotriz. Recuerden que en esa época
el único medio de transporte eran los carros polacos tirado por bueyes y los
caballos y mulas.
En 1942, viajó a Paraguay para
explotar por varios años, el establecimiento “Las Palmas “ en Paraguay. Viajaba mucho pues también tenía que
supervisar a la Agencia Ford y Las Mercedes, para lo cual se compró una
avioneta el RTM.