Fiesta Cooperativa Agrícola de Eldorado
QUÉ LE PASÓ A LA COOPERATIVA AGRÍCOLA ELDORADO?
Ricardo Erhard
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Desde 1992, especialmente desde
afuera de la provincia, se me hace la pregunta ¿Qué le pasó a la Cooperativa Agrícola Eldorado? Es así como me puse a contestarla, con seriedad, buscando de ser objetivo más allá de mi propia actuación
en la Cooperativa. Al mismo tiempo podría ser útil a las otras cooperativas que les interese el caso y a los agricultores jóvenes de Eldorado.
Origen, evolución e importancia económica y social alcanzados por
la Cooperativa Agrícola Eldorado.
Veintiséis inmigrantes europeos con experiencia y profesiones diversas dedicadas aquí principalmente a la agricultura y que conocieron cooperativas en Europa y Norteamérica
fundaron el 29/03/31 la Cooperativa Agrícola Eldorado.
La comercialización de la yerba mate canchada y la provisión de insumos a mejores precios, y ambos fuera del sistema de trueque, fueron las necesidades iniciales que generaron
este aglutinamiento.
El 15/01/34 se abrió el almacén y el mismo año entró en funcionamiento el primer secadero barbacuá de yerba mate.-
El desarrollo de la agricultura y de las condiciones del contexto generaron
nuevas necesidades más secaderos de yerba mate, depósitos para yerba mate, desarrollo de la Sección Consumo y sus sucursales, la fábrica de aceite de tung (22/03/49) el galpón de empaque de frutas cítricas (1967) y
la Cooperativa se siguió desarrollando alcanzando niveles excepcionales con el agregado de la fábrica de jugos concentrados cítricos (1970), playas de acopio de madera de raleo (1974), aserraderos de madera de bosques implantados (01/10/75),
molino de yerba mate (17/11/80), vivero semillero y experimentación y desarrollo de máquinas agrícolas (podadora y cosechadora de yerba mate, desparramadora de abono orgánico, conjunto de máquinas para cultivo y cosecha de
mandioca y otras). Pero desde el inicio, por sobre todo, se trabajó por precios justos y condiciones razonables. Con la Cooperativa, en Eldorado apareció el dinero en efectivo. Tan sencillo que hoy en día no se valora.
En forma
propia o combinada con otros, se realizaron grandes esfuerzos para mejorar, renovar y diversificar la agricultura de sus asociados.
Hubo actividades que no lograron consolidarse y languidecieron o desaparecieron, como ser secado, ensillado y elaboración
de aceite y harina de porotos de soja (1971 a 1985), frutas y hortalizas como programa orgánico 1978 a 1980), semillero de soja, cosecha de semillas forestales, jardín de plantas madres de té clonal, vivero de té, laboratorio de
suelos, etc.
En cambio otros emprendimientos dan idea de los altos niveles cualitativos alcanzados, por ejemplo: la Cooperativa instaló en 1957 el primer supermercado autoservicio de la provincia de Misiones, incluso antes que la capital Posadas.
Con medios propios, incluso de ingeniería, construyó el original y monumental depósito Nº 15 para 7000 Tn. de yerba mate canchada; elaboró cafeína a partir de yerba mate y consolidó esta operatoria a partir de
residuos de té negro; su galpón de empaque exportó naranjas a Europa, también exportó jugos concentrados y aceites esenciales cítricos. Se destacó en otro tipo de cosas, por ejemplo, la colección de plantas
cítricas para estudios fitosanitarios, su periódico RUMBOS; servicio de cajas de seguridad; asesoramientos y trámites para agricultores; promoción societaria y educación cooperativa intercambio de jóvenes agricultores
cooperativistas dentro de la Argentina; una contabilidad y archivo impecable.
La Cooperativa llegó a los siguientes niveles máximos, no simultáneos de operatoria propia en un año o campaña agrícola (se indican
algunos hoy sin IVA: 1$=1u$s):
Año 1981 2.947 asociados
“ 1977
693 obreros y empleados directos
“ 1963 20.883 Tn.
yerba mate canchada - general $14.100.000.-
“ 1963 4.162 Tn. yerba m.c. elaborada por secaderos propios
$1.250.000.-
“ 1989 1.625 Tn. molienda yerba mate con marcas propias desde 1972 $400.000
“
1987 1.032 Tn. molienda yerba mate para terceros.
“ 1966 39.867 Tn.
elaboración de frutos de Tung en Pinares $9.500.000 cosecha 1985 última elaboración de Tung en km 18.
Cafeína se elaboró en Pinares 1973 a Dic. 1991.
“
1977 5.728 Tn. elaboración de poroto de soja $ 1.700.000.
Ultima elaboración soja 1980.
Planta silos Pinares operó 1971 a 1985.
“ 1955 382 Tn. granos de maíz (en 1976, 176 Tn.)
“ 1967
8.858 Tn. frutas cítricas por galpón de empaque $1.300.000.
Última cosecha por galpón de empaque en 1974.
“
1980 14.404 Tn. frutas cítricas elaboradas fábrica de jugos concentrados $ 1.200.000.
“ 1980 11.164
Tn. rollizos de implantados por aserradero Pinares $ 500.000.-
“ 1987 67.108 Tn. madera de raleo para fábrica
de pastas $ 1.073.000.-
“ 1977 4.151 m3 rollizos montes nativos por aserradero km 18.
“
1934 a 1991 supermercado, tienda papelería, zapatería, ferretería, motosierras, vidrios, gases ind.
Materiales de construcción, electricidad, hierros.
Servicios agrícolas integrales y sucursales.
“ 1965 a 1966
Feria franca en el patio de Casa Central.
“ 1979
Frutas y hortalizas operó de 16/12/78 a 30/04/80.
“ 1960 887 Tn. Abono orgánico.
“ 1967 Tomates,
morrones y pepinos.
“ 1968
Miel, cera, algodón, yute, tabaco, tártago, mandioca, bananas y cerdos.
Agua destilada y excedentes de electricidad.
“ 1982 104.800
plantines yerba mate RS (raíz suelta)
“ 1987 42.510
“ “ Mac. (Macetas)
“ 1979 236.191
“ té clonal RS
“ 1977 592 Kg semilla pinos
“ 1977 24.482 plantas cítricas
“ 1976 367.096 kg
semilla de soja
“ 1978 21.600 kg maíz
Semillas leguminosas (años /60 y en 1977).
“
1977 3.374 kg semilla araucaria.
“ 1986 5.365.010
plantines pino Ellioti / Taeda RS
“ 1978 1.216.375 Plantines pino Ellioti/Taeda Mac.
“
1979 61.569 “
“ Caribaea Mac.
“ 1985 33.510
“ “ Araucaria Mac.
“ 1980 307.366
“ eucaliptus Mac.
“ 1980 61.070
“ paraíso RS
“ 1983 9.677
“ grebilea
“ 1976 15.928
toletes kiri
El desarrollo e importancia social alcanzados por la Cooperativa fueron inmensos. El mismo día de la fundación, con sus esperanzas, esfuerzos por realizar, dudas y dificultades por vencer, la satisfacción
moral para este puñado de familias ya era grande. ¿Cómo se mide el valor de esto en la intimidad de cada asociado?
La comunidad humana que por mucho tiempo fue la Cooperativa se reflejó en muchas grandes y pequeñas
cosas. Fueron la información, pequeña o importante, ayuda para una atención médica o para comprar un tractor, el subsidio por fallecimiento, el correo o el apoyo para infinidad de trámites. La fuerza del conjunto para peticionar
ante el gobierno y otros por asuntos tan diversos como precios de productos, créditos, mantenimiento de caminos, tasas e impuestos, normas laborales, asistencia técnica, el robo de productos y herramientas de la chacra, obra social, jubilación
y escuelas. El reemplazo del trueque por negocios contra dinero efectivo. Y muchas cosas más. La palabra, la opinión de la Cooperativa Agrícola Eldorado tenía peso hasta fuera de nuestra provincia. La historia de la Cooperativa
es en esto muy rica y llena de anécdotas.
Pero por sobre todo, cada agricultor tenía un orgullo grande de ser socio de la Cooperativa, le generaba el respeto de la comunidad. Y la unión de todos los agricultores en la Cooperativa
le daba fuerza a cada uno y al conjunto. El agricultor socio, pequeño o mediano, con algo o nada en el bolsillo, era el ser humano centro de la sociedad. Se sentía moralmente gratificado.
El debilitamiento de la cooperativa Eldorado
Al estudiar los problemas de esta Cooperativa notamos distintas etapas en su evolución: fundación, consolidación, primera, segunda y tercera etapa de crecimiento, una prolongada etapa de debilitamiento que, aunque parezca contradictorio,
se superpone con parte de la última etapa de crecimiento concluyendo a fines de 1988 y a continuación otra etapa diferente, de caída. Este trabajo solo estudia la etapa del debilitamiento.
El análisis profundo y objetivo
de lo realizado por la Cooperativa en sus 62 años de vida, junto con el análisis de la experiencia de Cooperativas en distintas partes del mundo, en distintas épocas y bajo diversas condiciones, nos permite identificar un conjunto de causas
principales de este debilitamiento, que a su vez generan secuelas y nuevas derivaciones, como sigue:
- La alta y persistente inflación y sus secuelas psicológicas y económicas.
- El retroceso de la actividad agrícola
en el departamento Eldorado y zonas vecinas.
- La crónica falta de capital, en especial capital de trabajo.
- La progresiva falta de recursos humanos calificados.
- Falta de suficiente y oportuno cambio y adaptación a nuevas
condiciones del contexto amplio y del propio contexto interno.
- Desequilibrios en las relaciones laborales.
- Periodos con tasas de interés muy positivas, intereses sobre intereses, indexaciones desiguales y proporcionalmente mayores
cargas impositivas.
- Las especificaciones de calidad de los productos primarios.
- Las presiones del contexto.
Estas causas principales, porque hay otras cosas como por ejemplo la mentalidad y práctica burocrática
estatista muy difundida en la Argentina, generaron el desequilibrio de la Cooperativa a lo largo de muchos años, se fueron entrelazando unas con otras, la mayoría fuera de la influencia de la Cooperativa. Las comentamos seguidamente.
La
alta y persistente inflación y sus secuelas psicológicas, sociológicas y económicas
La influencia de la inflación sobre la Cooperativa es explicada en forma excelente por Walter Sommerhoff en su libro “La
inflación y el cooperativismo” año 1977, basado en experiencias de Chile y otros países. Transcribimos algunos párrafos y conceptos útiles a este trabajo:
“Si en nuestro carácter de dirigentes cooperativistas
nos pidieran opinar sobre la inflación, difícilmente encontraríamos todos los calificativos del caso para definir en pocas palabras la gravitación de este mal, cosecha de las aspiraciones desmedidas de los pueblos y sus gobernantes.
Desde luego lo llamaríamos: engañadora de bienestar, desquiciadora social, destructora de la moral, promotora del especulador, herramienta del demagogo, plaga del mundo moderno”.
“¿Hemos percibido hasta qué punto
es enemiga de la Cooperación y de un desarrollo integral y sano de los países?”. “¿Podemos seguir permitiendo que el velo monetario siga encubriendo el peligro que la inflación encierra para crear solidaridad humana,
que es el principio esencial de la cooperación?”
“Ganar con la inflación es la resultante de una mezcla de especulación, suerte y favores políticos. También influye, por cierto, la habilidad financiera,
pero no la empleada con un objeto productivo. Así se desmoraliza a los empeñosos y se produce pugna entre ganadores y perdedores. Los ganadores por la inflación y como consecuencia de la moral misma inherente a una ganancia fácil,
gastan con ostentación, frívola y libremente, y así, crean más malestar social por el descontento y el resentimiento. Son ellos los que sostienen en gran medida los futuros poderes económicos y así alcanzan una posición
influyente en la sociedad, basada en actividades que desentonan con principios de sana convivencia.”
“La inflación que socava también los esquemas institucionales, quedando especialmente afectados los sistemas previsionales,
de seguro y de ahorro y, como veremos más adelante, los sistemas cooperativos. Induce a una intervención del Estado en las operaciones del mercado, limitando la libertad y fomentando la corrupción.”
“La inflación
promueve la demagogia política, siendo un buen aliado para sembrar falsas ilusiones. Asimismo dificulta adoptar medidas laborales sanas y progresistas.”
“Construir una casa sobre tierra suelta siempre encierra un peligro por lo que
se precisa aplicar complejas técnicas para que tenga cierta firmeza. Establecer una empresa en un mercado con inflación es como edificar sobre tierra suelta, actuar en un mercado con precios sueltos y sin firmeza monetaria. No es sin razón
que inversionistas extranjeros eluden mercados con tendencias inflacionarias sostenidas”. “En estudios sobre las Cooperativas se destaca que ellas se componen de dos elementos: el asociativo y el empresarial. Este hecho implica que debemos analizar
los efectos y como contrarrestarlos en los dos aspectos. Esta forma dual inherente a las cooperativas introduce cierta complejidad en la dirección del sistema, que se acentúan por la inflación.”
“El espíritu en
que se fundamenta la asociación cooperativa es el auto esfuerzo solidario. La solidaridad necesita de dos importantes ingredientes: la ayuda mutua, la equidad y los principios cooperativos están formulados para promover estos valores humanos.
La inflación, en cambio, tiene precisamente un efecto contrario, al incentivar la fácil ganancia por vías de una acción individual destruye la equidad”.
“El esfuerzo propio en una cooperativa está medido
por el aporte del socio; la solidaridad por su participación y lealtad en hacer uso del servicio. Si la medición de estos factores se hace en el tiempo con una medida inestable, es evidente que resulte difícil establecer equidad entre
socios”.
“La resultante es que se corre con sentido de equidad con el correspondiente debilitamiento de la solidaridad.”
“Ya vimos en el análisis de la inflación su efecto sobre el proceso social propiamente
dicho y las características antisociales inherentes. Ello crea un ambiente de aprovechamiento personal, de lucha de unos con otros, de envidias y resentimientos, que es muy contrario al medio que se precisa para que pueda florecer la cooperación”.
“Tenemos entonces cuatro razones por las cuales la inflación afecta desfavorablemente a la asociación cooperativa. Daña la solidaridad por hacer problemático preservar la equidad. Desalienta la ayuda mutua con la consiguiente
falta de interés en los socios debido a que dificulta una valorización de sus servicios. Crea pugnas entre la cooperativa y los socios por la proporción en que respectivamente deben cargar con el costo impuesto por la inflación.
Genera una moral social anti cooperativa.”
“La empresa cooperativa corrientemente es un grupo numeroso de personas. Sus clientes son sus socios, por lo cual una transferencia del costo inflacionario a aquellos será resistida. A fin
de cuentas, el costo de inflación en cualquier forma debe ser absorbido por ellos, sea en la operación cooperativa o en su actividad individual”.
“La inflación además complica la dirección e impone un mayor
costo administrativo lo cual es un problema adicional que debe superarse.”
“De lo anterior observamos entonces que la identificación de socios y cliente y el principio cooperativo de pagar un justo precio por trabajo, limitan el campo
de acción de la cooperativa para resarcirse de pérdidas inflacionarias y le ocasiona controversias internas y complicaciones directivas. Es necesario, entonces, tomar conciencia de estos hechos y ver cómo defenderse contra estos efectos”
“Debemos recordar que el beneficio de la cooperativa no se mide simplemente por su rendimiento sobre el capital. La cooperativa es formada por los socios para promover su situación económica.”
“Al igual que en el caso
de una empresa capitalista, los sistemas de corrección monetaria le permiten a la cooperativa medir en forma bastante precisa su rendimiento real sobre el capital. Sin embargo, la distorsión inflacionaria de los precios hace más difícil
aun, sino imposible, una evaluación verdadera del beneficio que entrega la cooperativa a sus socios, es decir, el grado en que logra cumplir con su objetivo, de promover la situación de los socios en su propia actividad.”
“Otra
situación que puede llegar a ser delicada es la valorización automática de los activos fijos de acuerdo con las tasas de inflación. Para frenar la inflación el gobierno debe implementar una política de restricción
monetaria que produce en un mercado libre un incremento de la tasa de intereses con la consecuente disminución del valor de las inversiones en activos fijos: su valor disminuye para que su rentabilidad aumente paralelamente con la tasa de intereses.”
“Por lo tanto, es una circunstancia el aumento del valor de libro de los activos fijos por las tasas de inflación produce una sobrevaloración en la relación a su precio de mercado. Podemos preguntarnos si esta diferencia entre
el valor actualizado según la inflación y el precio de mercado, no es a la postre un reflejo del costo de la inflación impuesta por el Gobierno para balancear su presupuesto. En las sociedades anónimas, esta situación se
refleja en una disminución del valor real de las acciones en la cotización de la bolsa. Finalmente alguien, siempre tiene que pagar al cabo de una larga cadena de transferencias de la carga inflacionaria. Por tal razón, es tan importante
que las cooperativas cuiden de mantener el resultado favorable de la corrosión monetaria en fondos de reserva, y no se deslicen en retorno de excedentes o una revalorización de aportes sin el debido respaldo.”
“Como ya analizamos,
otras incidencias que obstaculizan la operación de la cooperativa en un proceso de inflación persistente, son:
-El elemento asociativo de las cooperativas se ve afectado por cuatro razones: la inflación debilita la solidaridad porque
dificulta establecer equidad entre los socios; desalienta la ayuda mutua por dificultar la evaluación de sus beneficios lo que crea desinterés, incluso entre los que ya son socios, produce pugna entre la cooperativa y los socios por la disyuntiva
de en qué medida deben respectivamente absorber el costo inflacionario, y promueve un ambiente social que es anti cooperativa.
-La identificación del socio con el cliente reduce el campo en que puede transferir el costo inflacionario a
terceros, sin ir en desmedro de su objetivo de promover la posición económica de los socios en la actividad que dio origen a la cooperativa. La dirección debe considerar los intereses de la empresa misma simultáneamente con los
de los socios. En el caso de la inflación, ellos son antagónicos en la mayoría de las veces.
-Se complica una correcta distribución del resultado con la diferenciación entre ingresos inflacionarios que deben respaldar
la valorización del patrimonio e ingresos operacionales que se traducen en retorno de excedentes. En una cooperativa estos dos tipos de ingresos benefician a los socios en proporciones distintas, según si se traduce en un reajuste o intereses
compensatorios de la inflación para los aportes o si da origen a un retorno de excedentes.”
“Uno de los efectos nocivos de la inflación sobre el desarrollo socioeconómico del país, es que tiende a producir una
redistribución regresiva, es decir, contrarias a las mayoría que a la vez son los grupos económicamente más débiles. Por un lado, la cooperativa contrarresta esta tendencia. Si hay conciencia sobre el particular. Se puede
generar una mayor actividad cooperativa precisamente como defensa contra el empobrecimiento causado por la inflación. Por otro lado, el debilitamiento de los sectores en que actúa, dificulta obtener la participación con un debido esfuerzo
financiero, es decir, aportes adecuados a los requerimientos de la cooperativa.”
“Se ha demostrado que la inflación crea un clima contrario al esfuerzo como única vía de superación, a la frugalidad y equidad.
La inflación es, en esencia, una falta de corrección en el quehacer económico y debido a ello genera por sí una moral nociva.”
“En Alemania Occidental, la desvalorización monetaria en 1922 tuvo efecto negativo
sobre las cooperativas, de mayor trascendencia que la guerra mundial. Dejó a las cooperativas “como árboles con sus hojas devoradas por una plaga de gusanos.”
“A las cooperativas les corresponde reconocer este peligro
y la gran enemiga que para ella constituye la inflación.”
Todo esto, claramente lo vivió la Cooperativa Agrícola Eldorado. Por ejemplo, lo difícil de entender y hacer entender debidamente sus balances en moneda constante
y su comparación con los balances en moneda histórica, la desaparición del retorno, la evaporación del capital accionario y las Previsiones y Fondos de reserva. La pérdida de rentabilidad, la desaparición del ahorro
y la tenencia de la moneda argentina. La práctica desaparición de los seguros de crédito, las indexaciones por índices generales nacionales que había que afrontar con los ingresos propios que generalmente no seguían
esas indexaciones. Cambio de precios que llegaron a ser diarios e indexaciones que generaban confusiones y peleas con asociados, clientes, proveedores y otros. Durante diez años no se realizaron inversiones.
Las secuelas de la inflación,
junto con algunos otros factores, también fueron debilitando la confianza y buena expectativa de los asociados, aspecto de suma importancia, que fue centro de permanente atención y cuidado, pero también de ataques.
Cuánto
daño, cuánto retroceso y cuánto trabajo improductivo!
Junto con todo ello luego de absorber la desaparición del tung, la declinación por razones fitosanitarias de los cítricos, el fracaso de la soja, los brutales
vaivenes por la inflación y otros motivos; después de realizar un fuerte pero prudente achicamiento y saneamiento que involucró la disminución del personal ocupado al 31/01/78 de 693 personas a 210 personas al 31/01/89 o sea una
disminución de 483 (cuatrocientos ochenta y tres) personas, la cooperativa llegó al 31 de enero de 1989 con su estructura básica completa y sana, sin deuda en dinero ni en producto, con un millón de dólares reales de capital
de trabajo propio y la confianza de los asociados en franca recuperación.
El retroceso de la actividad agrícola en el Departamento Eldorado y zonas vecinas
En parte, el debilitamiento de la Cooperativa Agrícola
Eldorado simplemente refleja el formidable retroceso de la actividad agrícola de la zona.
Ello es atestiguado por la desaparición del tung, la soja, el té, el tabaco, esencias, mandioca, maíz, bananos, ananás y el
gran retroceso de los cítricos. Lo silvícola quedó estacionario y el único renglón que creció es el de la ganadería vacuna. Otros renglones menores se movieron con suerte diversa, como el durazno, carne y huevo
de gallinas, plantas ornamentales, sandías, hortalizas, etc. Las causas de este verdadero desastre las he tratado en un trabajo que mantiene vigencia, fue publicado por el diario El Territorio de Posadas 12/10/86 y su consulta permite interpretar mejor
la problemática de la cooperativa que tratamos.
Combinado con otros factores, esto generó una relativa escasez de materias primas que afectó en mayor medida a la cooperativa porque, por su propia finalidad, nunca contó con
producción propia. Tampoco contó con suficiente capital de trabajo propio.
La importancia de las industrias que fue montando la cooperativa y la evolución de rutas asfaltadas y del transporte, permitieron por ejemplo, acopiar
naranjas en el norte de Corrientes, limones en Cerro Azul y Santo Pipó y residuos de té negro en el norte de Corrientes y en todo Misiones.
Una parte de los asociados siempre mostró inclinación por la especulación
en la comercialización de sus productos. Así la parcela mala, algunos la entregaban a la cooperativa, la buena al mejor postor y en los años de gran demanda de un producto su entrega a la cooperativa disminuía y en los años
de dificultades de determinado producto, su entrega a la Cooperativa aumentaba. Esto genera una mejor situación al productor y una mala situación a la cooperativa. “El paraguas es para los días de lluvia” pero no se arregló
el problema de cuidarlo durante los días de sol.
La escasez de productos primarios generó diversas situaciones. Por ejemplo el acopio se volvió muy competitivo, con transparencia y lealtad comercial muy variados. Si bien a la cooperativa
le resultó muy difícil competir por los lotes grandes y de calidad por no poder usar ciertas herramientas muy difundidas en por lo menos los últimos 20 años, la cooperativa mantuvo su gran influencia sobre los precios y condiciones
de compra-venta de los productos primarios de la región en beneficio de los agricultores.
Dentro de esta lucha debilitó mucho a la cooperativa el que su asamblea general celebrada el 28/05/83 rechazara la exclusión hecha por el
Consejo de Administración de tres asociados que pasaron a ser acopiadores de otras empresas y por otra parte a que se ignorara el que los secaderos de yerba, de prestadores de servicio, se transformaran en acopiadores-secadores de yerba.
Mucho
antes ya se vivieron dos hechos importantes.
En los años cuarenta se discute “El problema del molino de Tung en Eldorado”: si construir una fábrica de aceite o no. Si hacerlo por una Sociedad Anónima o por una cooperativa
específica o por una sección de la Cooperativa Agrícola Eldorado. Sugieren hacerlo por una sección de la Cooperativa Agrícola Eldorado el Dr. A. M. Kinen según Rumbos Nº 26 de Enero 1942 y el Sr, Francisco Freyer
según Rumbos Nº 27 de febrero 1942. Pero en alrededor de Marzo de 1942 se funda la industria Oleaginosa Eldorado S.A y la Cooperativa Agrícola Eldorado finalmente recién pone en marcha su propia fábrica de aceite de tung en
1949.
En la asamblea general ordinaria del 30/04/67 se discutió sobre algunas derivaciones de las ventas de frutos de tung a terceros realizadas por una parte de los asociados en los años 1962, 63 y 64 de muy altos precios para este producto.
Según la Memoria al 31/01/67 el Consejo de Administración, ante la cosecha récord del año 1966, la pronunciada baja de los precios y falta de compradores y simultánea puesta en marcha de una moderna aceitera propia resolvió:
1º) Se establecen dos ciclos de elaboración. En el primero se elabora todo el tung de los socios que no interrumpieron sus entregas y las cantidades de tung cubiertas por capital accionario al 31 de marzo de 1966 de los socios que han interrumpido
sus entregas.
2º) El resto del tung de estos socios se elaborará en el segundo ciclo.
3º) El capital adeudado de años anteriores se compensa con el adelanto prendario.
4º) El cobro a los socios que interrumpieron
sus entregas, de la amortización de la fábrica correspondiente a los años de no entrega, que se compensa también con el adelanto prendario.
En la asamblea general mencionada se discutió duramente y hubo fuertes aplausos.
Formalmente casi nada cambió. Pero los asociados que habían vendido afuera lograron un rotundo “triunfo moral” que repercute hasta hoy.
La CRYM (Comisión Reguladora de la Producción y Comercio de la yerba Mate)
ente del Gobierno Nacional y su mercado Consignatario, en una primera etapa ayudaron, pero luego, junto con el gobierno de fijación por el estado de costo agrícola, de los precios de venta de canchada y molida, de las especificaciones de calidad,
de volumen de cosecha, la superficie de cultivo, etc. etc., hizo desembocar al sector en atrofia, atraso, menor iniciativa e injusticia, lo que hizo retroceder a la agricultura del norte de Misiones y dañó fuertemente lo que podríamos
llamar componentes sociológicos de las cooperativas agrícolas.
La asamblea general del 17/05/80 aprobó una interesante actualización del Reglamento General Interno, pero se llevó a la práctica solo parcialmente.
La Cooperativa, sola o combinada con otros, hizo muchos y enormes esfuerzos para frenar o revertir el atraso de la agricultura. Aparte de sus realizaciones en depósitos para almacenaje, de industrialización, comercialización y conexos,
dedicó esfuerzos por ejemplo, a viveros-semilleros, maduración acelerada de yerba mate, frutas y hortalizas, abono orgánico, experimentación y desarrollo de maquinaria agrícola, apoyo a la extensión y experimentación
agrícola, permanente lucha por la mejora de muchos factores que hacen a la agricultura, biblioteca técnica, intercambio de hijos de agricultores dentro del país y muchos otros asuntos.
Las soluciones particulares son ineludibles
pero de nada sirven si no cambia el contexto global. Por suerte ello ha comenzado a suceder, aunque probablemente tarde, para esta cooperativa.
La crónica falta de capital, en especial capital de trabajo
En un estudio
del Prof. Hans H. Munkner leemos: “la experiencia prueba que el interés propio es el motivo más estable para la participación de los individuos en una sociedad cooperativa. Lo que convierte a las cooperativas en una herramienta potencialmente
poderosa para el desarrollo es que las cooperativas son medios que combinan el interés propio con el interés del grupo, de manera tal que el interés propio de los individuos se convierte en la fuerza motriz de la acción del grupo,
beneficiando a todos sus miembros. Esto, sin embargo, presupone que el grupo sea relativamente homogéneo y que cada miembro del grupo sea capaz de efectuar verdaderas contribuciones.”
Se agregan “(…) el componente de copropietario
y clientes en la empresa cooperativa.”
En los primeros años el aporte de capital, aunque modesto, representa un esfuerzo grande para los asociados y las necesidades de capital, para cubrir inversiones y en especial para capital de trabajo,
nunca se alcanzaban a satisfacer. Es así que la financiación de una cosecha, durante muchos años, era rigurosamente cuotificada.
En el RUMBOS Nº37 de diciembre de 1942 un artículo de la primera plana se titula “El
que ayuda a la cooperativa, se ayuda a sí mismo. Suscriba acciones de la cooperativa.” Siempre fueron tremendas luchas las resoluciones sobre cuotas de capital, sobre cada decisión de realizar una inversión, sobre si el pago de los
retornos e intereses sobre el capital accionario se hacían en efectivo o en acciones y se resistían activamente las amortizaciones y la formación de reservas.
Durante cierta cantidad de años la insuficiente capitalización
propia se disimuló con la obtención de créditos baratos, generosas exenciones impositivas, la cuenta corriente de asociados y el empréstito cooperativo que se tomaba de los asociados.
Siempre hubo fuerte resistencia a la
capitalización, e incluso se la fomentó, en algunos casos por razones demagógicas, en otros quizás para mantener débil a la cooperativa o simplemente para lograr un mayor precio actual por los productos o ahorrar el desembolso
de unos pesos, aun a costa de arriesgar el futuro. Algunos agricultores siempre fueron activamente contrarios a poseer industrias y sociedades de comercialización porque su punto de vista es que otros invertirán en industrias y comercio y necesitarán
las materias primas que el agricultor produce. Esta gente opera especulativamente con la cooperativa y se resisten a aportar capital y reservas.
También se desarrollaron sentimientos de propiedad de la cooperativa e ideas de cómo medir
resultados e interés al capital accionario equivocado o por lo menos incompleto, olvidando de que se trataba de una cooperativa y aludiendo una justa participación en los riesgos de la empresa y sus negocios y en su momento olvidando los múltiples
efectos de la inflación. Algunos pretendían que de la cooperativa hacia los asociados se operara en forma cooperativista y en cambio, de los asociados hacia la cooperativa en forma especulativa. Y esto es inconciliable.
La cooperativa es una asociación de personas y una empresa económica. Consiguientemente debe rendir cuentas y ofrece resultados económicos y sociales. Pero especialmente los productores medianos y pequeños obtienen un importante
lucro más allá del interés sobre el capital accionario y los retornos, como ser precios y condiciones de compra-venta de los productos, información buena y oportuna, generación de competencia, unión de los productores
y sus negocios, mejor representatividad e influencia, obtención de insumos en mejores condiciones, disponer de distintos servicios a la agricultura y sus precios, ayuda al extensionismo o experimentación, etc.
Que este enfoque sobre el
capital en las cooperativas limite su campo de acción a favor de otra clase de sociedades no es problema. Al contrario, creemos que cada necesidad y particularidad tiene que buscar el tipo de sociedad que actuando genuinamente mejor satisfaga sus necesidades.
La asamblea general extraordinaria del 05/10/63 rechazó la introducción del sistema de capital rotatorio. (377 asociados presentes, 180 votos en contra y 98 votos a favor).
La asamblea general extraordinaria del 30/04/72 aprobó
para las secciones agrícolas e industriales el sistema de capitalización proporcional copiando una buena experiencia de cooperativas de otras provincias argentinas. Aquí los resultados también fueron buenos, pero los problemas mayores
llegaron, desde este punto de vista, unos años más temprano.
Porque entre tanto los créditos baratos desaparecieron. Las exenciones impositivas no solo desaparecieron sino que, por años, por la imposibilidad de evadir, la
carga impositiva pasó a ser para la cooperativa proporcionalmente mayor que la de buena parte de sus competidores. La alta y persistente inflación, junto con otras muchas de sus secuelas, trajo descapitalización, falta de crédito,
intereses increíblemente positivos durante cierto período de tiempo, condiciones financieras muy particulares, la práctica desaparición de la cuenta corriente de asociados y condiciones también muy particulares de comercialización
de los productos.
Y no hubo tiempo ni suficiente fuerzas ni condiciones para reaccionar en cuanto a la integración del necesario capital propio.
El frente financiero siempre fue duro. Más recientemente, con grandes altibajos
en los años setenta. Pero la lucha fue sencillamente excepcional y dramática entre los años 1980 y 1987 durante los cuales no se integró capital accionario ni se realizaron inversiones significativas, pero, gracias a un esfuerzo
y perseverancia, se llegó al año 1988 con una posición financiera totalmente saneada.
Queda claro que es ineludible contar con capital propio, tanto en épocas normales como en las demenciales , que hay que cuidarlo celosamente,
que las inversiones tienen que responder a decisiones genuinas de los asociados y ser rentables y que tienen que proporcionarse a los asociados de servicios en cantidad y calidad competitivos, que hay una interrelación entre los precios de productos,
amortizaciones, reservas y resultados, con la evolución tecnológica y de los mercados, con el contexto interno de la cooperativa y su organización, con los contextos amplios nacionales e internacionales y que conviene erradicar la demagogia,
la mediocridad y los intereses ajenos.
La progresiva falta de recursos humanos calificados
Probablemente las cooperativas, por ser una asociación de personas con organización democrática, están más
expuestas a los problemas de las relaciones humanas, aunque cuando este aspecto funciona bien, tienden a ser más fuertes.
Es evidente la relación entre la calidad de los recursos humanos con que contó la cooperativa en una primera
etapa y el crecimiento y auge de la agricultura, el comercio, la industria y demás actividades en la zona y una segunda etapa de estancamiento general, franca decadencia de la agricultura, alta y persistente inflación, burocratización
general.
En esa primera etapa la cooperativa contó con hombres sobresalientes, pero paulatinamente estos fueron más escasos. Lamentablemente la selección de hombres se fue realizando con algunas bases demagógicas.
La
mayoría de los directivos en la primera mitad de vida de la cooperativa eran personas con bastante producción propia, emprendedores, algunos con instrucción terciaria, de mucha experiencia en distintas ramas. Paulatinamente este tipo de
hombres fue reemplazado, llegando la mayoría a ser hombres de producción propia, media o pequeña y con menos experiencia.
Parecida tendencia se encuentra al revisar quienes hablaban en las asambleas generales. Obviamente no hay
una relación directa entre idoneidad y tamaño de producción, pero lo expuesto permite varias lecturas, por ejemplo, composición del padrón de asociados, orientaciones y motivaciones de los participantes de asambleas generales
y características sociales del contexto.
La asamblea general siempre fue un acto político. Entiéndase bien, no de política partidista. Ello es natural. Lo importante es que haya más política de alto nivel y
menos política populista y demagógica y que quedaran fuera los intereses que no hacían directamente a la Cooperativa y más aún los intereses ajenos.
Tanto en la asamblea general como en el consejo de administración
se discutían fuerte los asuntos sencillos porque ello entendían todos , pero los asuntos complejos, difíciles, importantes, quedaban en mano de unos pocos, que después de desgastarse en la discusión de los temas menores tenían
que manejar lo importante. Conjugar todo generaba el necesario apoyo político. Buena base técnica, estratégica y táctica, criterio y experiencia, ubicación, terminaban de preparar una buena decisión, que llevaba a
la práctica con fuerza, perseverancia y honestidad, concluía en éxito. Paulatinamente este equilibrio se fue haciendo más difícil. La demagogia, envidia, egoísmo y la falta de ubicación, el afán
de figurar y usar a la cooperativa en lugar de servirla, la desaparición del respeto al más capaz y exitoso y del orgullo de contarlo en las propias filas, junto con fuertes cambios de contexto amplio como del propio contexto interno, instauraron
tendencias nocivas que no lograron dominarse, como ser el paulatino alejamiento de los más capaces.
Como simultáneamente por un tiempo la cooperativa creció en diversificación y complejidad, apareció
una creciente brecha entre sus recursos humanos disponibles y los que necesitaba por esa mayor complejidad de sus actividades.
También se abrió una brecha entre esa creciente complejidad de los negocios de la cooperativa y su comprensión
por los asociados.
Para entender la verdadera importancia de esto debe comprenderse que la cooperativa en realidad agrupaba una empresa agrícola con otra industrial y una tercera de comercialización y que cada empresa requería de
sus dueños y directivos encararla con la debida mentalidad, o sea: mentalidad de agricultor, de industrial o comerciante según el sector de que se trataba.
Munkner dice: “para los realmente ricos el concepto de cooperación
tiene escasa relevancia. Tampoco los que viven en el nivel de subsistencia y los indigentes encuentran la solución a sus problemas en la cooperativa.”
“Es la capa media de agricultores la que progresa mediante la autoayuda en la acción
cooperativa basada en un individualismo positivo, con iniciativa y participación activa en la empresa común, con la distribución equitativa, no igualitaria, de los resultados económicos entre los asociados.”
“Debe
haber un mínimo de cohesión social dentro del grupo cooperativo, sus miembros deben tener un nivel mínimo de educación y formación y tiene que haber dirigentes líderes, es decir personas preparadas y capacitadas para
motivar y organizar el grupo y dirigir sus actividades hacia la consecución de los objetivos de la sociedad cooperativa.”
“Tienen que existir asociados capaces de asumir el rol de consejeros y que puedan controlar a la administración.”
En la cooperativa que estudiamos también se buscó que los directivos fueran auténticos agricultores, cuando la realidad lo importante es que fueran auténticos, leales, eficaces e idóneos defensores de los agricultores
asociados y de la cooperativa.
La rotación de consejeros, cambio de estatuto resuelto por asamblea general del 24/04/66, resultó equivocada porque quitó continuidad en el accionar de los consejeros y algunos cuando debían
continuar, no retomaban, estaban dedicados a otra cosa.
Esto se corrigió volviendo a cambiar el estatuto el 04/07/87 y permitiéndose una reelección, o sea que desde entonces es posible actuar seis años continuados y
recién entonces debe interrumpirse durante un año.
También hubo otros factores que en los últimos años debilitaron la participación en los órganos directivos y de fiscalización.
Difícil
de entender para los que no lo vivieron o ya lo han olvidado, pero cuando la inflación nos llevó durante años al “sálvese quien pueda” la gente no tenía más tiempo para dedicarlo a cosas que no fueran las
directamente propias. Además, en estos tiempos tan inciertos, firmar avales millonarios espantó a unos cuantos.
Por el lado de la administración hubo mucha estabilidad y continuidad hasta 1988. El primer gerente trabajó tres
años (1933 a 1936); el segundo gerente trabajó veinte años (1936 1956); el tercer gerente quince años (1956 a 1971) y el cuarto gerente diecisiete años (1971 a 1988). En cambio el quinto gerente trabajó solamente tres
años.
También entre los funcionarios hubo hombres sobresalientes que construyeron una administración ejemplar y le dieron tradición de excelencia.
El contexto interno mayormente generó un clima duro hacia el
empleado de la cooperativa. Se miraba más el sueldo que su rendimiento, honestidad y lealtad y durante el mayor tiempo las remuneraciones tendieron a ser buenas para el estrato inferior, regulares para el estrato medio y generalmente magras para el
estrato alto. Pero lo más grave fue que demasiadas veces la remuneración moral era mínima, nula o negativa.
Sistemas de premios e incentivos al personal se aplicaron poco y a veces, cuando funcionaban terminaron por anularse. Aunque,
en los últimos veinticinco años aquí también influyeron negativamente la inflación, normas y convenios laborales.
La problemática de los recursos humanos fue fuertemente influida por la creciente aparición
de normas laborales, cada vez más rígidas y especialmente por los criterios de interpretación y forma de aplicación de dichas normas.
Un planteo quizás demagógico pero muy dañino para la cooperativa fue
la presión, especialmente para empleados de cierto nivel hacia arriba, tantas veces realizada, de que “el empleado que permanecía en la cooperativa no servía, porque si realmente era capaz buscaría de ganar más en otra
empresa y si seguía en la cooperativa y progresaba en lo personal, ello se debía a que robaba.”
Sea por las características propias de la cooperativa, por la evolución del contexto argentino, en especial su sistema
educativo, por las cualidades de los recursos humanos ofrecidos o por otros motivos, a la cooperativa le resulto cada vez más difícil contratar gente realmente capacitada, honesta, con alguna experiencia y para determinadas posiciones con espíritu
e iniciativa de empresario, como así también obtener altos rendimientos y creatividad, entrenar y retener a los mejores.
Durante muchos años la cooperativa contó con auditor externo de primerísimo nivel que llegó
a desempeñarse como director del Banco Mundial y realizó distintos trabajos adicionales ensamblando siempre teoría actualizada con práctica.
Falta de suficiente y oportuno cambio y adaptación a nuevas condiciones
del contexto amplio y del propio contexto interno
El proceso de adaptación y cambio es constante, ineludible y quizás se haya ido acelerando. El ambiente agrícola tiende a ser conservador, aún más el cooperativo,
en este caso empeorado por ser nuestra región de cultivos perennes, por lo que resulta más difícil hacerlo y a veces se atrasa, pero de ninguna manera escapa a este desafío.
Merece revisarse uno de los pilares de las cooperativas
agrícolas: elaboran y comercializan lo que sus asociados agricultores y sus chacras producen. Técnicamente debería elaborarse y comercializarse lo que el mercado solicita. Lógicamente el agricultor como el industrial y la comercialización
realizan investigación de mercado y actúan el uno sobre el otro, todos se dirigen al mercado. Pero quiero señalar que la parte definitoria del proceso de cambio y adaptación en las cooperativas agrícolas debe realizarse a
nivel del asociado agricultor y de su chacra. Y una vez más debo agregar que en nuestra región los cultivos principales son perennes, subtropicales, ocupando mucha mano de obra.
Si analizamos a fondo los verdaderos motivos del retroceso
de la agricultura en la región comprenderemos como de fácil es perderse y en lugar de cambio y adaptación se puede desembocar en liquidación.
Pero por lo menos buena parte de los dirigentes y de los miembros del núcleo
activo siempre tienen que ver lejos, cultivar un ideal, tener una estrategia y trabajar para nuestros hijos y nuestra región.
Prácticamente siempre la cooperativa realizó un formidable esfuerzo de sucesivos cambios y adaptaciones.
Pero existe la necesidad de perfeccionar constantemente todo lo que se realiza.
Aunque a veces deban vencerse grandes resistencias. Por ejemplo, hubiera debido ser más drástica la adaptación de todo el manejo y gestión de
la cooperativa a la realidad que generó la alta y persistente inflación en la persona, mentalidad y comportamiento de la mayoría de los agricultores asociados, volviendo a la normalidad cooperativa en cuanto fuera posible.
Parte
de esta realidad fue analizada en un estudio de la clase media de Cristina Noble publicado por la revista NOTICIAS del 13/12/92, en donde se dice: “Los argentinos son muy individualistas. Hay mucha gente capaz, pero no hay nada que hagamos todos juntos”
y menciona secuelas negativas: “resentimiento, una sensación de insularidad, de individualismo extremo, de pérdida del sentido de la comunidad. Socialmente hablando se observan fracturas y divisiones.”
También
lo estudia Sommerhoff según se detalla en otra parte de este trabajo.
Está pendiente clarificar las repercusiones de los cambios originados en la región por un verdadero paso de una sociedad tradicional a una sociedad de masas.
Igualmente falta estudiar los orígenes y las consecuencias de la aparición del desprecio social de las profesiones de agricultor y de trabajador rural.
Numerosos y profundos cambios, que continúan y la cooperativa sigue
digiriendo, trajeron las rutas asfaltadas, teléfono de larga distancia, télex, fax, aviones jet a Iguazú y puentes internos e internacionales.
Por ejemplo, la competencia por los productos primarios se extendió a nivel provincial.
La compra de insumos cambió como así también la comercialización de los productos primarios o semielaborados.
También puede aportar información útil revisar cambios anteriores a la luz de nuevas ideas
y experiencias. En esta dirección solo quiero mencionar a la Sección Consumo. Antes el desequilibrante ingreso de muchos asociados solamente consumidores y pocos agricultores, la asamblea general extraordinaria del 02/10/55 modificó los
estatutos estableciendo la condición de ser agricultor para ingresar a la Cooperativa. 30 años después paulatinamente hubo que cerrar la enorme sección consumo. Las alternativas hubieran sido:
Crear una cooperativa especifica
de consumo y transferirle el sector.
Crear una sociedad anónima con mayoría accionaria en manos de la Cooperativa Agrícola y transferirle el sector.
Hojeamos el RUMBOS Nº 1 de noviembre de 1939 y vaya sorpresa: se informa
que el gerente de la Cooperativa Agrícola Eldorado propone (en 1939) separar la Sección Almacenes creando una cooperativa de consumo separada.
Este capítulo merece un tratamiento profundo que escapa al alcance de este trabajo. Solo
agregaré que en realidad la lucha se volvió tan sutil que ya no se trata solamente de adaptarse sino también de luchar porque algunas condiciones del contexto no se distorsionen deliberadamente en función de intereses parciales
y al final algunos sean empujados no a problemas de adaptación sino de desaparición.
Desequilibrios en las relaciones laborales
Mantener buenas relaciones con el personal, que en su mayoría alcanzó
alta antigüedad, cumplir con las cada vez mayores cargas laborales, sea en lo pecuniario directo o indirecto, burocrático u otros muchos aspectos y haber creado muchas fuentes de trabajo, no eximió a la Cooperativa de los crecientes problemas
que tiene en la Argentina cualquier empleador.
La Cooperativa llegó a emplear 700 personas rigiéndose por cinco y más convenios colectivos de trabajo (aceiteros, alimentación, madereros, rurales y comercio) y es testimonio
práctico de los desequilibrios a que llegó la relación laboral en la Argentina.
Sin opinar sobre los mismos ni establecer si se originan en normas, su interpretación o nuevos comportamientos, simplemente mencionaremos algunos
aspectos observados en la práctica:
- Débil correspondencia entre derechos y obligaciones.
- Perdida del equilibrio entre la productividad y producción y el costo total del empleado.
- Riesgos por interpretación
de normas laborales.
- Exceso de normas, papelería y trámites, pensados para un medio industrial comercial desarrollado.
- Restricciones para organizar y dirigir el trabajo.
- Remuneración de la antigüedad.
- Crecimiento de las cargas laborales que elevan el costo total de un empleado pero no su sueldo de bolsillo.
- Falta de un seguro de desempleo y el régimen de despidos y su costo.
- Dificultades para adaptar suficientemente y
en tiempo adecuado al personal propio, existente a la constante evolución tecnológica y organizativa, como así también a la evolución de los mercados interno y externo, las derivaciones de problemas extraordinarios del clima,
fitosanitarios y de la competencia.
- Presiones sobre el sistema de trabajadores rurales exclusivamente de temporada, que hasta se buscó de suprimir.
- Dificultades para dar trabajo a mujeres y menores en la cosecha de tung.
- Normas
pensadas para un medio industrial comercial desarrollado que se aplican a la actividad agrícola forestal en un medio rural mayormente atrasado.
- Peligros por provisión de vivienda a rurales y por ejemplo permitir y facilitar el cultivo
de hortalizas para uso personal de los mismos.
- Sistema de aportes y contribuciones a obra social rural que perjudica el desarrollo, el aumento de la productividad y es inequitativo.
- Convenio de trabajos nacionales en lugar de pautas generales
nacionales y convenios por empresa.
- Riesgos por juicios laborales y sus honorarios de abogados, peritos y demás gastos de ambas partes, aunque no se haya iniciado el juicio y aunque se lo gane.
- Indexaciones, intereses y
recargos a veces inexplicables.
- Establecimientos con muy elevado porcentaje de personal con inmunidad sindical.
A esto se agrega la competencia por evasión de cargas laborales, ahora en disminución, presión
por cumplimiento de cargas laborales proporcionalmente muy desigual según el grado de cumplimiento de cada uno y sin razonable simultaneidad.
Gracias a su línea prescindente y clara, en la cooperativa fueron menores los problemas derivados
de luchas políticas y sindicales entre su personal.
La desprotección emergente de las dificultades para asegurar los riesgos de accidentes de trabajo, enfermedades inculpables y responsabilidad civil.
Periodo con tasas de
interés muy positivas, intereses sobre intereses, indexaciones desiguales y proporcionalmente mayores cargas impositivas
Entre 1975 y 1987 hubo periodos con tasas de interés muy positivas que debilitaron la cooperativa. Llegó
a pagar más por intereses que por sueldos y jornales. Pero esto no puede considerarse aisladamente. Se relaciona con la inflación, con la falta de capital de trabajo propio, con el nivel de operatoria y de rentabilidad. Con la bajísima
elasticidad de la operatoria. De cualquier manera, hubo períodos en que los créditos con sus intereses acumulados, se volvieron impagables.
Esta carga empeoraba con el cobro de intereses sobre intereses, lo que en otros tiempos se consideraba
usura y con la aplicación de indexaciones, a veces dudosas o basadas en índices y criterios que presentaban desviaciones. Pero lo más importante fue que se generaban obligaciones que había que afrontar con ingresos que demasiadas
veces se indexaban menos.
En lo impositivo las cooperativas pasaron de generosas exenciones a pagar todos los impuestos, menos el impuesto a las ganancias.
Pero lo peor fue algo que recién ahora está cambiando y es que la cooperativa
por no poder operar en negro sufría la competencia desleal, no de todos, pero sí de muchos competidores, lo que generaba múltiples desventajas, por ejemplo, no poder competir por los mejores lotes de materia prima, lo que a su vez influía
calidades, costos, posibilidades de ventas, imagen, etc.
Estos problemas también generaban conflictos con los asociados, clientela y otros, mayor trabajo administrativo, creaban inseguridad, incertidumbre y pesimismo.
No es fácil
cuantificar todo ello, pero con seguridad se trató de asuntos de mucho peso.
Las especificaciones de calidad de los productos primarios
Para la vida interna de una cooperativa esto tiene mucha más importancia de
lo que generalmente se cree.
Hace a las relaciones de la cooperativa con sus asociados entregadores de productos y también hace al resultado de la chacra. Influye el precio de los productos. Pero su calidad y selección también influye
en los rendimientos, los costos, la comercialización y el resultado de la industria. Y en definitiva a la competitividad del conjunto.
En la cooperativa el asociado agricultor es al mismo tiempo proveedor y comprador, industrial y vendedor de
lo producido. Como en cualquier tipo de empresa esto es influenciado por las condiciones de la plaza, pero también por los objetivos y políticas de la empresa, pudiendo llegar a ser una faceta conflictiva.
Mucho más en una cooperativa,
porque es una asociación de personas y por la acumulación de roles antes mencionado.
A veces se resuelve muy bien y otras no. Se puede conquistar una cada vez mejor posición en los mercados y tener buenos resultados. O lo contrario.
Se puede tener un clima de respeto y colaboración o terminar en peleas que, hubo casos, que le costaron el puesto a más de un jefe.
La experiencia de la Cooperativa Agrícola Eldorado es muy variada, con avances y retrocesos, discusiones,
enojos o conformidades, alcanzando solamente un término medio que ni conformó del todo a los agricultores asociados, ni permitió a los distintos sectores industriales alcanzar los mejores resultados.
Las presiones del contexto
Estas presiones existen siempre, son muy diversas y tienen relación con la importancia que va adquiriendo la empresa, aún más en el caso de una cooperativa por tratarse de una asociación de personas con características
muy particulares.
Mucha gente siempre defendió a la Cooperativa Agrícola Eldorado. Pero la Cooperativa se hizo muy importante. Tenía muchos asociados, muchos obreros y empleados, muchos negocios importantes y bienes valiosos. Era
el motor de la colonia. Era empresa testigo en muchos asuntos e informadora a sus asociados.
Por otra parte el contexto se volvió difícil, complejo y con una escala de valores muchas veces alterada.
Las presiones fueron entonces
diversas. Algunas hasta sutiles, otras perversas. Muchas fueron indirectas. Y lógicamente nunca nadie puso la cara.
No sin esfuerzo de la cooperativa se mantuvo despolitizada, sin amiguismos y sin servilismo. También siempre hubo otra
clase de problemas que se aprecia en el siguiente ejemplo.
Ante la reiterada insistencia del Señor Intendente municipal, el 29/09/79 la cooperativa participó en el centro de Eldorado de un desfile cívico militar en el aniversario
de la fundación de la ciudad. La cooperativa mostró mucho y bien, logrando una brillante presentación que parecía agrandar su imagen. Pero en lugar de desatar el orgullo de Eldorado por su Cooperativa Agrícola, se enardeció
la envidia, tanto que después hubo que aceptar internamente, que tan destacada exhibición fue en realidad un gran error.
En la etapa que analizamos y que finaliza en el ejercicio cerrado el 31/01/89 las presiones del contexto causaron
debilitamiento, aunque es muy difícil cuantificar los efectos de este tipo de problemas.
La caída de la Cooperativa Agrícola Eldorado
Ya dentro de una etapa, en el año 1989, en la que se debía
profundizar, ampliar y por sobre todo consolidar la buena posición alcanzada hasta el año anterior, se trabajó en un clima laxo y de cierta holgura.
Se gozaba de creciente confianza y respetabilidad; las cosas funcionaban y se iniciaron
cambios anhelados desde tiempos atrás. Pero el año siguiente comenzaron a percibirse dificultades y en otro año más, o sea en el noventa y uno, en forma inesperada, casi en medio de desconcierto y perplejidad, todo comenzó
a precipitarse en una caída que continúa.
En esta etapa se vivieron las hiperinflaciones de mayo/julio de 1989 y diciembre de1989 a marzo de 1990 y a partir de abril 1991 se puso en marcha un cambio de fondo en la Argentina.
Carecemos
de información fundada de amplitud y profundidad adecuada que nos permita llegar a alguna conclusión sobre los verdaderos motivos de esta espectacular caída.
La extrema gravedad de la misma hace que merezca ser estudiada y debidamente
explicada, lo que también ayudará a la recuperación.
Los indicios, de los que anotamos dieciocho, muestran problemas de dirección y de gestión.
Las consecuencias de la pérdida de influencia de
la Cooperativa Agrícola Eldorado
- Serán muy importantes los agricultores medianos y pequeños y para los intereses económicos y sociales del Departamento Eldorado.
- Será añorado un buen
instrumento para:
- Lograr mejores precios de los productores agrícolas.
- Generar competencia en la región.
- General capacidad propia de los agricultores para competir.
- Fijar riqueza en la zona.
- Negociar
los precios de cosecha y secado de la yerba mate, cosecha de cítricos, fletes y similares.
- Disponer de información seria y oportuna.
- Unirse para hacer aquellas cosas que rebasan las posibilidades individuales.
- Desarrollar fuerza sinérgica.
- Unirse para peticionar o para defenderse.
- Unirse para proveerse de asesoramiento y tecnología.
- Generar y canalizar créditos operativos.
- Acceder a mejores condiciones
de comercialización.
- Obtener mejores condiciones de compra de insumos.
- Unirse para generar más y mejor autoayuda.
En otro orden de cosas, la eventual pérdida de la fábrica de jugos concentrados cítricos
influirá la citricultura de toda la provincia.
Dentro de las nuevas tendencias económicas, sociales y políticas se pierde lo que antes se llamó “el motor de la colonia” y que además era “empresa testigo”.
Para las comunidades y municipalidades de la zona será todo un desafío encontrar un reemplazante.
Las posibilidades de recuperación de las funciones económicas y sociales de la Cooperativa Agrícola Eldorado
Cuando se acepte tal necesidad o conveniencia; si se conforma un grupo cooperativo; si el contexto ofrece las condiciones necesarias, y si se trabaja mucho y bien, la recuperación de tales funciones podrá lograrse escalonadamente en plazos
de tiempos menores a los que muchos pueden esperar.
30 de abril de 1993
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